02 julio, 2013

3 CÓDICES LITÚRGICO MUSICALES DEL ARCHIVO GENERAL DE ANDALUCÍA

Libros corales del siglo XVI probablemente procedentes de la Colegial del Divino Salvador de Sevilla.
Choir books of the XVIth Century probably from the College of the Divine Savior of Seville.
Livres de chœur du XVIéme siècle probablement originaires du Collège du Divin Sauveur de Séville.

Memoria y Cultura escrita religiosa: Libro y Liturgia

La Liturgia cristiana ha inspirado durante mucho tiempo la creación de nuestra memoria escrita y especialmente la creación de distintos tipos de libros o códices manuscritos. Conservamos numerosos ejemplares de libros que servían para sustentar el culto como los

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Psalterios, los Misales, los Breviarios, los Pontificales, los Evangeliarios y otros muchos; y también nuestros archivos conservan numerosas series de códices de Aniversarios, Obituarios, Registros administrativos de la fundación de aniversarios y obras pías, y todo un complejo librario relacionado con los bienes materiales que los fieles donaban para sustentar su memoria, así como las celebraciones litúrgicas y diferentes facetas del culto tanto de los vivos como de los muertos. 

La Liturgia cristiana también ha estado muy relacionada con la música siguiendo los modelos y las tradiciones bíblicas y hebreas, que se juntaron con las tradiciones musicales romanas. Ambas vías convergieron y dieron lugar a la Liturgia y al Canto gregoriano, una tradición litúrgico-musical que hoy escuchamos y nos deleitamos con ella, pero en realidad puede ser muy distinta a los cantos que realmente se decían en los coros y en las pequeñas iglesias rurales en los grandes momentos de la liturgia solemne como la Semana Santa o la Navidad.


[Aprovechando que el Flamenco pasa por el río Betis]. Hoy día el modelo del canto gregoriano de los discos que solemos escuchar obedece, como bien indica el maestro Ismael Fernández de la Cuesta, a la idealización de la escuela belga de Solesnes en el primer tercio del siglo XX. Hace pocas semanas en unas jornadas celebradas en la Biblioteca Nacional de España nos ilustraba con grabaciones que hizo en los años 60 tomadas a chantres y cantores de catedrales, colegiatas e incluso iglesias rurales de Galicia y de otras zonas de España. Eran los cantos de un clero pre-Vaticano II, e incluso diríamos que casi pre-Trentino. Oíamos voces y vocalizaciones que nos sorprendieron muchísimo -y no exagero-, puesto que creíamos ver más parecido del verdadero cante flamenco con estos melismas de la tradición romana que con otras tradiciones. Como parece cierto que existe una memoria auditiva, a nuestra cabeza vino un pensamiento: ¿tendríamos que replantearnos la actual concepción en los medios cultos españoles del arte flamenco más como una tradición de raíz y esencia hispano-romana antes que esos ritmos y armonías cada día más 'aflamencadas', 'agitanadas' y 'muslimizadas'? Esto no deja de ser una sugestión personal, pero igual está por estudiar el origen de verdadero flamenco en relación a las poblaciones rurales hispanas medievales y su tradición ancestral en la cultura latino-romana.


Por ello, queremos destacar unas curiosas manifestaciones litúrgico - musicales conservadas en la actual Andalucía. Se trata de 3 códices o "Libros corales" preservados actualmente en el Archivo General de Andalucía (Sevilla), que son objeto de relevancia en estos momentos dentro del programa de "Documentos del mes de Julio-Agosto 2013". 


La presencia de estos tres códices son el fruto de una detectivesca Historia archivística. Los tres manuscritos parece que en su día pudieron pertenecer a la Colegiata del Divino Salvador de Sevilla. Como sabemos las colegiatas son instituciones eclesiásticas dotada de un capítulo que como los catedralicios constaba de dignidades y beneficiados que se reunían en el coro para celebrar sus sesiones capitulares así como para la celebración de la liturgia de las horas y otras ceremonias solemnes preceptivas por la regla. 


Una Historia archivística detectivesca.


Como se indica en la información elaborada por el Archivo General -que es la base de este artículo- los tres libros corales aparecieron en 1990 durante un registro que el FBI useño realizó en un domicilio particular en la ciudad de Visalia (California). La indagación de los

federales useños proporcionó el dato de que los tres cantorales fueron robados en Sevilla en el año 1968, en una iglesia o convento que en esos momentos se encontraba realizando obras de restauración. Algo que nos suena mucho por toda España en esos momentos en que nuestros vetustos templos al gusto tridentino iban siendo adaptados a las nuevas corrientes de la liturgia y la estética propiciada por el modernismo de las corrientes del Vaticano 2º. Cuantos retablos, imágenes, códices, documentos y joyas de nuestras iglesias españolas -que sobrevivieron a los expolios y expurgos republicanistas de 1931 y Frentepopulistas del verano de 1936- fueron tirados, vendidos a traperos de cultura itinerante o a coleccionistas que hicieron pingüe negocio. Aunque en otros casos, como resulta de las memorias audiovisuales recientes de Eric 'El Belga', en muchísimos casos fueron el objeto de redes de ladrones y falsificadores de arte que asaltaban subrepticiamente nuestras parroquias, catedrales, ermitas y toda clase de templos, robando sus pertenencias artísticas. 

La indagación realizada por los técnicos del Archivo General de Andalucía no pudo localizar dato sobre la procedencia exacta, dado que no encontraron ni licencia de obras de esos años, ni ninguna denuncia policial por ese robo. Vía legación diplomática española en San Francisco, los códices fueron entregados en el mes de julio de 1991 al Ministerio de Asuntos Exteriores. La información del folleto indica que 
  • "al tratarse de piezas constitutivas del Patrimonio Documental Andaluz, y tas la intervención del Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, los volúmenes fueron finalmente trasladados al Archivo General de Andalucía, donde quedaron depositados en el mes de septiembre de ese año".
Ello seguro que es así, pero esta explicación, nos suena como algo 'sui generis' puesto que parece que los nuevos Patrimonios Documentales autonómicos han borrado del mapa al concepto de Patrimonio Histórico Documental Español (Ley 16/1985 y sucesivas). Que también podrían haberse depositado estos códices históricos en algún archivo de titularidad estatal y gestión transferida a la Junta de Andalucía, como sería el caso del Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Pero, sobre todo, si se sabe que los códices procedían de una institución eclesiástica en el momento de su robo, lo más coherente hubiera sido entregarlos a las instituciones archivísticas de la Iglesia católica en Andalucía. De hecho, ésta cuenta con magníficas instituciones abiertas a la sociedad y a la investigación como la "Institución colombina", gestionada por el Arzobispado de Sevilla, y que integra cuatro instituciones culturales de primer nivel:
  • Biblioteca capitular.
  • Biblioteca Colombina.
  • Biblioteca del Arzobispado.
  • Archivo de la Catedral.
  • Archivo arzobispal.
Sinceramente, obedeciendo a un criterio institucional, de procedencia y a la vez que funcional, los tres códices si no se conoce la procedencia exacta cuando fueron robados, se conservarían mejor y se difundirían con mayor acierto en un contexto más adecuado que el de los archivos eclesiásticos de Sevilla.

Los códices de coro

Son tres libros manuscritos de gran formato. Su contenido consta de la notación musical que acompaña a determinados ritos litúrgicos manuscritos. Están los tres encuadernados con tapas de madera forrada con piel, y dotados de adornos metálicos, broches y
manecillas para su cierre y conservación. Por su escritura y otros caracteres internos y externos parecen elaborados a mediados del siglo XVI. Los mismos caracteres inducen a algunos especialistas a plantear que pudiera ser producidos en un mismo taller en fechas muy cercanas, en virtud de las semejanzas en su estructura y en la ornamentación y estética artística que presentan.

  • Libro 1: Incipit: In festo Sancti Andre, ap[osto]li...
  • Libro 2: Incipit: Infraoctava apostolorum Petri et Pauli ...
  • Libro 3: Incipit: Tabla de las missas de diferentes Santos ...
Presentan correcciones ubicables en el año 1589, lo que apuntaría a ser cantorales adaptados a las nuevas necesidades litúrgicas del nuevo rezo romano surgido del Concilio de Trento, que, entre otras cosas, supuso el abandono del rito local o 'hispalense', dado que cada diócesis entre el siglo XIV y el XVI fue produciendo sus propios Misales y Breviarios, así como Cantorales, en los que partiendo de una base litúrgica común evolucionaban los oficios y la liturgia en virtud de costumbres y santorales locales.

Para más información es conveniente que el lector acceda a la información detallada y eficiente elaborada por los técnicos del Archivo General de Andalucía, usando los enlaces incorporados al inicio de este artículo. Y a los mismos, agradecerles por difundir y poner en valor estos manuscritos que cada día son valorados por cada vez menos personas, aunque son verdaderas joyas de nuestra Historia de la Cultura escrita y de nuestra memoria. De hecho, no hay que olvidar que Sevilla y su ámbito geográfico fue la sede de numerosos talleres donde se fabricaban, redactaban e iluminaban artísticamente los códices que abastecían a las Iglesias de otras partes de España, del recientemente evangelizado Reino de Granada y, sobre todo, abasteció de obras, artistas y modelos a gran parte de las principales catedrales y monasterios fundados en el Nuevo Mundo americano y filipino.


Autor: Alfonso Sánchez Mairena
Editor de http://cartulariosmedievales.blogspot.com



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