24 octubre, 2019

Cartularios y tecnologías digitales: puntos de acceso por algoritmos (Academia.edu)

Cartularies and digital technologies: access points by algorithms 
Cartulaires et technologies numériques : points d'accès par algorithmes
Kartular und digitale technologien: Schlüsselwörten durch algorithmen 

Si bien los cartularios son un tipo documental creado en el medievo, toca también tratarlos desde la perspectiva moderna de las nuevas tecnologías digitales. Una buena oportunidad es acercarnos a su presencia en plataformas de conocimiento como la de Academia.edu, y en otro momento podemos hacerlo con otras equivalentes como Mendeley o Researchgate. Las menciono porque son las tres plataformas que uso y de las que, por tanto, puedo aportar algo en virtud de mi experiencia. En su conjunto, son herramientas digitales que han generado comunidades virtuales de investigación, en las que la suma de los trabajos que voluntariamente suben o cargan los autores, se benefician de una serie de herramientas y ventajas que proporcionan las tecnologías digitales.


AHN,Cód.976,f.1v
Cartulario del monasterio de Sobrado de los Monjes
La plata forma Academia.edu se nutre de los perfiles personales que los investigadores abrimos libre y voluntariamente. En un primer momento, como pasó también en los inicios de Internet, siendo buen ejemplo los programas de antivirus o los abreviadores de URL, se invitaba a los internautas a participar y beneficiarse en un 100% gratis de todas las herramientas. Una vez pasado el tiempo y creada una amplia comunidad de investigadores, Academia.edu pasó a generar nuevos productos de valor añadido como una página web personal o los informes de trabajos que citan los nuestros, pero que son de pago. Por ejemplo, en el momento en que escribo si decido acceder a la invitación para conocer todos los investigadores a escala mundial que citan mis trabajos, tengo que suscribirme pagando unos de 100 euros anuales, sólo a este herramienta. No he visto aún ninguna oferta tipo "paquete" completo con bonificación de precios.

Evidentemente, es una plataforma que cubre sus costes ofreciendo legítimamente sus servicios por un precio a partir de un nivel de uso. Lo que nos choca es que en realidad el valor añadido que se proporciona en gran medida se produce porque la comunidad de investigadores ofrecemos gratis y desinteresadamente nuestros datos personales y curriculares, así como nuestras publicaciones, además del valor que genera nuestras navegaciones y comportamientos virtuales, que generan datos que dan vida artificial a las herramientas internas de "minería de datos" y "big data". Somos la fuente de información, somos el objeto de negocio y la clientela necesaria para abastecer las naturales necesidades de conocimiento
entre usuarios.  

Existen básicamente dos tipos de perfiles de usuario, el Perfil A -mi caso- como suscriptor libre y beneficiario de un grupo de servicios gratuitos mínimos; y el Perfil B para los usuarios VIP que pagan por las herramientas de segunda generación. 

Un aspecto interesante es que Academia.edu me ofrece participar en una comunidad de investigación científica que en mi ramo (Cartularios, Cultura escrita, Diplomática, Codicología, Archivística, Paleografía e Historia medieval) me permite interactuar con una comunidad al día de hoy de unos 81,8 millones de investigadores. Desde el primer momento de participación me he beneficiado en un doble sentido; en primer lugar, accediendo a la producción escrita fundamentalmente de publicaciones periódicas (artículos, participaciones en congresos y publicaciones misceláneas) y del conocimiento de los principales congresos y reuniones científicas sobre los campos de mi interés a escala internacional. Y en segundo lugar verificando como mis trabajos son conocidos y citados por investigadores e investigadoras de dentro y fuera de España. 

Es más, gracias a Academia.edu tengo la certeza de que nuestros trabajos son ciertamente conocidos y si en algún caso son deliberadamente silenciados. Afirmo ésto último porque un día tuve inesperadamente esta experiencia con algún trabajo de síntesis de investigación sobre códices diplomáticos a escala española. Y lo supe gracias al algoritmo de Academia.edu y su sistema de alertas; de otra manera hubiera tardado en darme cuenta. Ya hablaremos de ello con más objetividad algún día.

¿Cuáles son las herramientas de Academia.edu para investigar en el entorno digital?


Como imaginaréis, mi contexto de investigación y el vuestro es el de las Humanidades digitales. Se puede afirmar que ya trabajamos desde un primer momento con documentos y textos digitales con todo lo que ello implique aunque no seamos conscientes desde un primer momento. Nuestros trabajos ya los creamos en formatos digitales -por ejemplo, redactados en un documento Word-, vicunlándolos con otras herramientas electrónicas como gráficos estadísticos, tablas de datos, composiciones de imágenes, geolocalización o fotografías digitales. A ello se unen l
a citas de publicaciones digitales (libros, artículos), a repositorios de fuentes primarias y secundarias (archivos, bibliotecas o museos) y a distintos canales y redes sociales (blogs, Facebook, Twitter, entre los principales). Al final, somos más digitales de lo que creíamos.

Academia.edu destaca en mi opinión por elaborar un algoritmo propio, entendido de forma muy esquemática como el conjunto de operaciones lógicas y matemáticas que ayudan a localizar y relacionar datos e información. Es lo que nos permite conocer cuántas personas nos citan o localizar los trabajos de otros investigadores que están relacionados con nuestra especialidad o líneas de trabajo e investigación. El algoritmo de Academia.edu busca básicamente generar perfiles y preferencias de investigadores y sobre las investigaciones, creando un 'modelo de negocio', como decíamos antes, lo cual ha generado alertas y desconfianzas sobre el futuro, la estrategia y la finalidad de esta red social abierta de investigación (ampliar información).


Academia.edu en estos momentos nos proporciona los investigadores (usuarios básicos o VIP) una serie de ventajas, unas gratuitas y otras pagando, que serían éstas:

  1. Participar en una red de perfiles de investigadores y repertorio de investigaciones (publicaciones, presentaciones, conferencias, convocatorias de congresos, etc.) en abierto y enlazados -que podamos acceder y descargar libremente a los textos que no tengan restricciones de propiedad intelectual-.
  2. Nos ofrece algunas de las ventajas de la Web semántica, como el acceder a la información que necesitamos por diferentes vías complementarias: buscador general, etiquetas o puntos de acceso, repertorios; relaciones geográficas, idiomáticas, temáticas, etc.
  3. Publicitar nuestro curriculum vitae.
  4. Suscripción a alertas.
  5. Seguir a otros investigadores, y que ellos nos sigan.
  6. Alertas vía correo-e.
  7. Exportación de nuestros contenidos y los de terceros para compartirlos en redes sociales.
  8. Relacionar trabajos y detectar las citas.
  9. Generar palabras clave que vinculamos a nuestras publicaciones.
  10. Conocer el número de lecturas o visitas a nuestras publicaciones.
  11. Información y datos verídicos y contrastables, por tanto, gestiona información de calidad.
A.Sánchez Mairena, 2019.

¿Qué valor añadido aporta Academia.edu a la investigación especializada en Cartularios?

En mi opinión la principal herramienta digital es la de los Puntos de Acceso, denominados Topics (materias), que permiten vincular nuestras publicaciones estas palabras clave. Pueden ser simples (ej. "Cartulario") o complejas (ej. "Cartularios monásticos"). Podemos crear nuestro sistema personal o vincularnos a los existentes creados por otros investigadores. 

Aún estamos en un momento inicial de esta herramienta de indización, lo que los españoles conocemos por sistemas de palabras clave, de descriptores, términos de indización o puntos de acceso o autoridades-. No existe un sistema de normalización, por ejemplo que construyamos las materias en singular o plural, o que existan relaciones de un mismo concepto con sus versiones en diferentes idiomas (por ejemplo, Cartulario, ESP; Cartulary, ENG; Cartulaire, FRA). Ni tampoco se observa en las herramientas públicas ningún tipo de tesaurización, aunque probablemente se construya en la infraestructura interna. Creo que en el fondo Academia.edu funciona con una ontología propia, unidades de información a partir de datos y relaciones, pero que desconocemos desde fuera.

Hoy he recibido una alerta automática en mi buzón de correo-e sobre el punto de acceso de "Cartularios". Resulta que en los últimos días he estado navegando y descargando varios trabajos. El algoritmo lo ha detectado y me informa que a día de hoy son 978 los trabajos dedicados a Cartularios. Evidentemente, es una herramienta de valor añadido, de las de segunda generación. Pero si quiero saber cuáles son y acceder a ellos, cuáles me citan o cualquier valor complejo en una misma herramienta de información, debo suscribirme y pagar unos 100 euros anuales por acceder a cada una de estas herramientas específicas. Pero, como usuario básico puedo beneficiarme de datos estadísticos de momento gratis. 

Un sondeo sobre términos específicos en español, francés e inglés me indica los descriptores o palabras clave que se están usando y el número investigadores que los vinculan a sus trabajos. Una vez que se elige uno, Academia.edu nos ofrece un informe-repertorio con la lista de trabajos. La "cartografía" de datos estructurados que encontramos hoy es esta:
  • Cartulario (6).
  • Cartularios (8).
  • Cartularios medievales (2).
  • Metodología Cartularios (0), pero me indica que existen 3 trabajos.
  • Cartulary, Cartulaire (8).
  • Medieval Cartulaires (15).
  • Cartulary (7).
  • Monastic Charters and Cartulaires (426).
  • Medieval cartularies (78).
  • Spanish Medieval Research on Cartularies (2).
Una de las características que más me atraen de la red Academia.edu como de las otras redes de investigación científica es que proporcionan un alto grado de veracidad y fidelidad en sus datos. Los perfiles personales son reales, los de los investigadores, que se dan a conocer y no presentan en principio facetas irreales, anónimas y falsas. Algo muy distinto a lo que ocurre en las redes sociales más comunes. Los contenidos son fiables pues son los propios trabajos de investiación científico en su mayoría ya publicados así como los datos curriculares y de contacto.

Esta ha sido una reflexión personal y aclaro que no soy experto en tecnologías, por lo que si observáis alguna imprecisión sepáis disculparla y que me aviséis con un mensaje si lo creéis conveniente.

Madrid, 24 de octubre 2019.
Alfonso Sánchez Mairena
@Thesaurarius

Actualizado 27/10/2019.

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